PROCLAMA
EL JENERAL JOSE DOMINGO ESPINAR
EX-COMANDANTE JENERAL DEL ISTMO
A SUS HABITANTES
ISTMENOS: El Gobierno supremo se ha dignado en llamarme al Consejo de Estado y he consignados desde luego los mandos del Departamento conforme a ordenanza y Leyes vijentes.
Tildo de ambición a consecuencia de algunas medidas circunspectas tomadas indistintamente para preservar el país del pestífero halito que ecsalan otros Departamentos ¿retendría yo un solo día el ejercicio del poder después de ser removido por la autoridad que yo mismo he mandado reconocer?
CONCIUDADANOS: Un momento de crisis me obligó a asumir los mandos del Departamento: y cuando me disponían a restablecer el régimen constitucional, hicisteis fijar sobre mí los ojos del mundo entero colocándome al frente de una administración que desconocía al gobierno nacional, cuya legitimidad no era contestada hasta entonces. Sacrifiqué mi honor y mi reputación por vuestra dicha: sesenta días de cuidados salvaron al Istmo. Aprovechando un momento propicio, reconcilié el departamento con: el gobierno provisoria al cual no se había negado la obediencia por un acto positivo. Jamás me arrepentiré de haberlo hecho.
COMPATRIOTAS: Durante el ---- espacio de mi administración, os he compelido como majistrado al cumplimiento de vuestros deberes. Reducido hay a la vida privada, me veréis llenar los míos como un simple ciudadano posteriormente en presencia de la Ley ---no del hombre. Si queréis pedirme cuenta de mi conducta, si queréis ecsijirme la responsabilidad de algunas faltas, tenéis el derecho de hacerlo, y estáis en posesión de la libertad civil que he procurado conservaros. Todo hombre es igual delante la Ley; y en el Istmo este dogma será eterno y sacrosanto. Yo responderé pues a vuestros cargos ante los tribunales de la nación, o ante el mas severo de todo---la opinión publica. El que ha amado la justicia no tiene de que avergonsarse. El criminal, el impío no espera la clemencia.
CONCIUDADANOS: Sois testigos de mis esfuerzos por la integridad de la República, Vosotros mismos habeis contribuido a la reintegracion del Sur. No somos pues responsables del buen o mal escrito.
ISTMENOS: Si alguna vez he hecho enmudecer vuestras garantías, sabré también indemnizaros desde hoy presentandeos mi pecho como el mejor escudo de ellas.
La paz interior y la concordia han sido los ídolos de mi corazón: por ellos los he propuesto todo, hasta el mismo entusiasmo de la gloria. Al fin he obtenido tan inestimables bienes reservándome la satisfacción de seres acrehedores a este pequeño servicio.
CONCIUDADANOS: Vuelvo al seno de mi familia, como os lo ofrecí, sin otro privilegio que el de dividir con vosotros el pan de lagrima que he adquirido en la serie de mis destinos públicos