La hípica panameña ha atravesado por las vías de varias etapas hasta llegar al sitial que ocupa en la actualidad.  Esos periodos, como veremos mas adelante, estan llenos de colorido que cubrieron competencias en caminos, calles, llanos, arenas de algunas de nuestras playas y diferentes pistas.
En esta etapa evolutiva participaron varios caballeros, nacionales e inmigrantes antillanos y de otros países, quienes organizaron las competencias antes mencionadas que empezaron como pasatiempo, hasta cuando se fundó una empresa particular para explotar esta actividad.  Dicha sociedad operó por varios lustros, hasta llegar a monos del Estado por acción expresa de la colectividad, que así lo ordenó mediante mandato constitucional.  Desde entonces, la explotación del negocio de la hípica está bajo la administración estatal por conducto de una entidad de la administración pública panameña, cual es la Junta de Control de Juegos y Azar cuyas acciones están a la vista del público casi todos los días.
Veremos en detalle a continuación, las etapas más sobresalientes de la actividad hípica panameña, hasta llegar a ver lo que es hoy en día.
Primeros Pasos:
Según nuestras investigaciones, las carreras de caballos tuvieron sus pasos iniciales en Panamá desde el siglo pasado, tal como lo señala el centenario diario "Star & Herald", en la última etapa del siglo pasado, en un artículo denominado "Hablemos de Hípica" que da cuenta de competencias equinas celebradas en el sector denominado "Tumba Muerto".  Dicho artículo constituye la primera comprobación formal de la existencia de actividad hípica en esa época.
A pesar de lo señalado en el párrafo anterior que se basa en datos obtenidos de fuente bien documentada, es lógico colegir, sin embrago, que si nuestros conquistadores trajeron los caballos al Nuevo Mundo desde el Siglo XV, ellos desarrollaron algun tipo de competencia entre esos equinos para comparar entre ellos su resistencia y velocidad.  Esas competencias de velocidad pudieron ser las primerísimas manifestaciones de actividad hípica en nuestro pais, al igual que en otros paises de America y del Caribe; especialmente en Argentgina, Chile, Perú y Jamaica, donde ese deporte ha alcanzado un gran desarrollo.
De acuerdo a relatos obtenidos de varias fuentes del interior del pais, era tradicional la celebración de carreras de caballos en los campos, las cuales eran denominadas "parejas", en vistade de que solamente competían dos ejemplares.  En esos eventos participaban ejemplares de distintos dueños, provenientes de diversos caseríos y campos, los cuales eran llevados por sus dueños y los vaqueros durante las fiestas patronales.
Pistas Callejeras:
Algunas calles istmeñas sirvieron de escenario para las competencias hípicas, desde los albores del presente siglo hasta la organización formal de dicha actividad, que culminó con la inauguración del Hipodromo de Juan Franco bajo el tutelaje del Club Hípico de Panamá, cuyo nombre en ingles era "Panama Jocxkey Club", en el año de 1922.
En el aspecto cronológico, podemos señalar que desde 1901 a 1912 las competencias hípicas tuvieron como su más conspicuo escenario, la Avenida Central, otrora conocida como la Calle Real.  Dicha carreras se desarrollaban desde el Parque Catedral hasta el sector denominado "La Quebrada", entre las Calles J y 18 Este.
El sector de Bella Vista, que se conocía en aquel tiempo com "Peña Prieta", surgió como escenario de competencias hípicas en los alrededores del año 1913.
Como quiera que no existía una hípica organizada, los notables aficionados de la misma establecian su propia regla del juego.  Estos se fundamentaban principalmente en apuestas entre los dueños de los ejemplares con premios pre-establecidos, con la particularidad de que el dueño del equino vencedor se hacía automáticamente propietario del caballo que perdía.  Como dat importante, podemos señalar que el publico no participaba en las apuestas que se hacían entre los dueños y organizadores de las competencias; pero no existia ninguna prohibición para que éstas se efectuasen entre amigos y conocidos que presenciaban las carreras.
El contagio de las competencias de caballo se fue extendiendo hacia otros sectores y calles de la ciudad, que incluyen los hoy conocidos como Ave. Balboa, Ave. Perú y la Ave. Cuba.
En el sector de la Ave. Ricardo J. Alfaro, conocido desde aquella época como "Tumba Muerto", tambien se desarrollaron funciones hípicas, al igual que en el sector Justo Arosemena; tal como lo señala el maestro del periodismo deportivo, Profesor Ernesto Enrique Argote. (Diario El Matutino, "Como Surgió la Hípica en Panamá", 3 de septiembre,1982)

    Las calles colonenses también fueron escenarios de muchas competencias entre caballos, iniciandose en los alrededores del año 1912.  Desde aquella época, competían mas de dos ejemplares, llegando hasta siete por carrera.
Con relación al desarrollo de la hípica en la Ciudad de Colón, hay un dato muy importante relativo a los jinetes que montaban los ejemplares.  La mayoría llegaban de incógnito desde Kingston, Jamaica, llegando primero a Bocas del Toro en los barcos de la Cía.  Frutera y luego eran llevados en barcos de cabotaje a esa ciudad.  Este hecho parece poner de relieve las primeras manifestaciones de las imprtaciones de ejemplares de carrera en nuestro medio.  A lo largo de nuestras investigaciones, no hemos encontrado otras informaciones al respecto.
Otro detalle que vale la pena mencionar, es el relativo a la vestimenta de los jinetes jamaicanos, quienes montaban con vistosas camisas de seda confeccionadas por modistas antillanas que residían en Colón, copiados de modelos que trajeron de Jamaica.  Uno de los precursores de esa actividad fue el Sr. Henry "Takeaway" White.
Existen claros relatos del Profesor Ernesto Enrique Argote, de que por los años 1912 y 1913, operó un parapeto de hipódromo en Guabito, provincia de Bocas del Toro.  Ese proyecto de hipódromo era conocido como "Blair Park", y fue construido con el apoyo de uno de los gerentes de la United Fruit Company.  Los inmigrantes jamaicanos J.J. Harrison, padre y los miembros de la familia Surgean fueron entusiastas co-organizadores de ese esfuerzo.
Antes de cerrar este punto del presente capítulo, se  debe resaltar los nombres de los caballeros Enrique de la Guardia, Nicanor de Obarrio, Tomás Gabriel Duque, Raúl Espinosa, Francisco Arias Paredes, Carlos Muller y H. Toledano, como los iniciadores de la hípica en Panamá, pero se debe tomar en cuenta también, con mucha prominencia, los nombres de un nmúmero plural de inmigrantes antillanos.  Entre los que se destacaron, podemos mencionar a los señores Henry "Takeaway" White, Egbert Edward Gittens, Llewelyn Welch, Gaspar Omphroy, John (Arthur Doyle) Williams, Gerald Silvera y otros.
    Ya vimos que el Sr. White fue uno de los procursores en la importación de caballlos de carreras, al igual que en la traida, entrenamiento y presentación de los primros jinetes.  El fue uno de los fundadores de la práctica veterinaria hípica en Panamá, ya que por muchos años antes que hubiésemos tenido, en nuestro medio veterinarios especializados en la atención a los caballos de carreras, él ejerció esa profesión empíricamente, con la aceptañción de todos los que participaban en la preparación de ejemplares.  Practicó operaciones sencillas y recetó con toda amplitud, medicamentos y vitaminas para la cura de ejemplares enfermos, y para mejorar  sus capacidades físicas.  Es por ello, que en su honor, la administración del Profesor Rigoberto Paredes, bautizó al nuevo Hospital Veterinario con el nombre Henry "Takeaway" White.
Por otro lado, el Sr. Egbert Edward Gittins, tuvo destacada participación en el desarrollo de los primeros pasos de la hípica por allá por la segunda década del presente siglo.
   Le unió una buena amistad con el Sr. Enrique De La Guardia, y en muchas ocasiones le daba algunos consejos y observaciones basados en experiencias que recogió de la hípica de Jamaica.
Cuenta su hija, que su padre fue una de las personas que le sugiríó al Sr De La Guardia que en vez de correr en la antigua Vía Aerepuerto, hoy Via Brazil, en una recta se podría correr en forma circular casi en el mismo lugar donde mas tarde se construyó el viejo hipódrmoo de Juan Franco.  En esa ocasion el Sr. Gittens ayudó a medir la prñimera pista de Vía Aereopuerto con su cinta métrica de sastrería.
Los conocimientos del Sr. Gittins le llevó a ser entrenador e instructor de equitación, tanto en el territorio que estaba bajo jurisdicción de Panamá, como el área que administraba el Gobierno de los Estados Unidos de America, en virtud de los tratados canaleros.  Tambien participó en la organización del Hipodromo Carioca, que fue un hipódromo casi rudimentario que operó en la antigua Zona el Canal, por alla por 1930..

Extracto del trabajo de Graduación del Licenciado Leroy Husband King
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Universidad de Panama, 1985



ANALISIS DE LA LEGISLACION VIGENTE SOBRE LA HIPICA EN PANAMA